El Valle de Bujaruelo, esculpido por las aguas del Río Ara, es uno de los más salvajes y espectaculares del Pirineo. En él encontramos numerosos contrastes, desde los sencillos senderos por los bosques de hayas y abetos, aptos para todas las edades, hasta las escarpadas cumbres, como Tendeñera, o el macizo del Vignemale, para los montañeros más experimentados.
Esconde también emocionantes descensos de barrancos, como el de Lapazosa, o el del Cebollar, este ultimo finaliza en la impresionante cascada del salto del Carpin, con más de 130m de altura. En el subsuelo, bajo las calizas de la sierra de Tendeñera, se encuentra unos de los sistemas de cuevas y galerías más grande de España, el sistema Arañonera.
Todas las excursiones que podemos realizar son muy variadas y abundantes, entre las que destacamos: el Ibón de Bernatuara, Valle de Otal, Puerto de Bujaruelo, Valle del Ara, Ibones de Odiso, Fachaguasa, El Cebollar…etc. Muchas de estas rutas comparten camino con el GR-11, el sendero que recorre los Pirineos de mar a mar.
En cuanto a ascensiones a grandes cimas, destacan por sus más de 3.000m. el Vignemale, y el Taillón, otras cimas de menos altura, pero con unas vistas espectaculares son el Pico de Otal y Tendeñera.
La fauna del Valle de Bujaruelo hará también disfrutar a todos los amantes de la naturaleza. Es muy probable escuchar el silbido de las marmotas, en las praderas, ver correr a los sarrios o rebecos en las zonas más escarpadas, bajo la atenta mirada de algún Quebrantahuesos. Si prestamos atención a nuestros pasos podemos ver flores únicas, como la edelweiss, o la orquídea zapatito de dama.